Mi Biografía

oscar bucaralook fotografo colombiano

Siempre ha sido difícil responder quien soy, pues a la final la respuesta la tiendo a estructurar según quien me lo pregunte, mi nombre es Oscar Contreras, para algunos soy fotógrafo de modelos tipo Onlyfans, para otros soy Oscar el tipo que sabe crear sitios web y trabaja haciendo SEO (posicionamiento web), para otros soy el emprendedor que siempre tiene un nuevo proyecto o idea de negocio en mente. Mi Nombre es Oscar Contreras, nací en Bucaramanga – Colombia, allí me  gradué de Negocios Internacionales, pero también allí y al mismo tiempo que terminaba mi carrera profesional, descubrí en la fotografía la capacidad y el gusto de crear, y esa palabra CREAR a la larga a definido no solo quien soy sino que también ha trazado un estilo y modo de vida, recuerdo que antes de descubrir la fotografía sentía algo de frustración e incomodidad al auto percibirme como consumidor de contenido y no como creador, recuerdo que me molestaba (en el buen sentido si se quiere) ser fan o admirador, no lo sabía pero en el fondo yo también quería ser visto o reconocido por algo, todos tenemos algún referente y eso esta perfecto, pero yo también quería pasar a ser el referente de alguien más, y esa incomodidad recuerdo la sentía físicamente en los dedos de la manos, así como cuando vez a alguien inquieto a punto de realizar algo.

 

Como descubro mi pasión por la fotografía

inicios oscar bucaralook en la fotografia boudouir Mi familia siempre adopto tempranamente cualquier tipo de tecnología, era esa época en que tener un equipo de sonido marca AIWA en casa era una especie de símbolo de estatus, de ese mismo modo en mi familia comenzó a ser normal el uso de grabadoras de video, esas grandes para VHS, yo era un niño, tal vez de 7 años pero la sabia y se me permitía usarla, ahí no paso nada más, pero ya comenzaba a tener familiaridad con la tecnología y con la creatividad que ha sido tan determinante en mi vida.


El siguiente momento clave sucedió al rededor del año 2000, mi padre Ingeniero de Vías y Transportes era el encargado de la construcción de un tramo de la Avenida Boyacá (en Bogotá), una de las tareas que le asignaron fue reportar mediante fotografías los avances de esta obra, razón por la cual la empresa le dio una cámara digital Sony, no recuerdo la referencia pero era increíble sin ser una cámara profesional, le saque todo el jugo posible a esa cámara, mi papa todo el tiempo la encontraba descargada o sencillamente no la encontraba pues yo siempre la tenía, esta vez sí fui consciente de que me gustaban las cámaras y de que la fotografía iba a ser parte de mi identidad pues me daba un super poder, me daba la capacidad de crear algo, de mostrar algo… empecé al nivel más amateur a tener mis “mira esta foto que hice”, tomaba fotos de edificios, de luces, de sombras, aun no tenía un estilo ni una línea definida, pero cada vez usaba la cámara con más comodidad, comencé a entender de ISO, de tiempo de exposición, de diafragma, no me costaba trabajo pues lo disfrutaba y cuando disfrutas tanto algo, lees, investigas, ves tutoriales, ensayas, aprendes y nunca te cansas, eso paso con una cámara de bolsillo.


¿Como di el salto a la fotografía Boudoir?

Tomar fotos de edificios estaba cool, de hecho, el nombre “Bucaralook” nació porque me había mudado de vuelta a Bucaramanga y mi hobby era hacer fotos de la ciudad, calles, edificios, gente y las subía un sitio web que yo mismo había creado para eso BucaraLook.com (¿ves cómo tiene sentido?). 

Por ese tiempo estaba yo iniciando mi carrera universitaria, estaba perdiendo mi interés por la fotografía arquitectónica y al mismo tiempo estaba dándome cuenta de que Bucaramanga está llena de mujeres muy bonitas, allí vi mi oportunidad… esta vez no era producto del azar o de las circunstancias, esta vez ya sentía que quiera ser fotógrafo de modelos, pero quería tener mi propio estilo, quería que se notara de lejos que una foto era mía, quería darle mi propio sello, super que quería ser fotógrafo de modelos tipo Onlyfans, quería que se viera muy sexy, innegablemente sexy, pero también sabía que no podía ser vulgar, para que no avergonzara a la modelo (tampoco a sus familias), Bucaramanga al menos en ese entonces en general era aún muy conservadora, y mi propuesta fotográfica no estaba diseñada para todas las modelos, el reto era mostrar sin pasarse de la raya, pero hacerlo de un modo “elegante”, mi deseo era en palabras comunes que la modelo que se hiciera fotos conmigo se fuera cargada y renovada de autoestima pensando algo así como “es que estoy buenísima y tengo fotos que lo demuestran”, esa era mi motivación y moverme en esa delgada línea entre “estas son las fotos más sexys que he hecho, e igual están bien para publicar en instagram” me encantaba, y en términos de marketing generaba mucho eco y voz a voz, es allí donde comencé a sentir algún reconocimiento y no lo voy a negar me gustaba mucho, esa si era el verdadero Bucaralook.